El espacio en Lobos

El tratamiento del espacio de Lobos es una de las principales caracterísiticas de este montaje. A partir de diversas referencias, el objetivo de la concepción de este espacio era el crear la sensación simultánea de vacío y abismo. Jugando con estos conceptos se aplicó también la idea de no obstaculizar la vista a los espectadores en ningún momento: todo los espectadores debían ver lo que pasa en la casa en todo momento. Así se podría crear una sensación de verosimilitud e inmediatez que no se consigue con otros dispositivos. En principio se pensó en una disposición del público en "U", pero las posibilidades de las mayorías de las salas polivalentes, incluso en la que se iba a estrenar el montaje (Sala García Lorca de la RESAD), no nos lo permitían.
Tras varios intentos de encontrar el espacio adecuado, Sara Roma, dio con la mezcla perfecta entre el realismo que se iba a imprimir a la interpretación y la carga poética y metafórica que exigía el relato para ser atractiva al público.
Se trabajaron los conceptos de mezcla entre lo orgánico y lo inorganico. La sala se rodeo de un telón de plástico negro que nos hablaba del aislamiento de esta familia. Se puede oler, al entrar en el espacio, el enrarecimiento del lugar, se puede oler lo rural y lo urbano, lo entrañable y lo cruel, lo cómico y lo trágico en un espacio totalmente seductor para los sentidos.