JUAN: el mayor, el primero de los tres hermanos. El heredero, obligado a que no se pierda la casta. Sobre sus hombros siempre ha caído el compromiso de que las costumbres se mantengan. Poseedor de la herencia. Controla el capital. Su sentido de la responsabilidad no tiene límites. Sus hermanos son como una prolongación de él mismo. Está casado con Irene, mujer a la que ama y a la que no se atreve a mirar a los ojos. Se siente en deuda, no ha cumplido con la primera de sus obligaciones, en este sentido este personaje de recuerda al Juan de Yerma. Podríamos describirlo como introvertido, sombrío, taciturno, abatido y doliente. Lo que todo el mundo le echa en cara, la suerte del primero, él lo ve como la cárcel a la que está avocado. Todas las decisiones que ha tomado en la vida han estado sometidas no sólo a su propia voluntad sino al beneficio de toda la familia. La pena parece haberse apoderado de él para siempre. Pese a todo quiere a sus hermanos, el sentimiento de amor-odio es una constante en él. En cuanto a su relación con Marian, se desarrolla desde una primera indiferencia que no puede mantener por mucho tiempo, al fin y al cabo, Marian irá ocupando poco a poco el lugar de Irene, hasta dónde llegará esa suplantación es algo que ni el propio Juan tiene claro.
ÁNGEL: el segundo, es la fuerza bruta, la mano de obra, el físico. La potencia de su naturaleza impide que vean en él algo más que un cuerpo. Ángel es una persona insegura, su hablar entrecortado ha hecho que su universo se limite a la casa y la familia. Admira a Juan. Es justo y disciplinado, sin demasiadas aspiraciones. Se siente seguro en el hogar y le gusta saberse necesario, ya que hace que los demás también se sientan seguros junto a él. Es el más primario de los tres, pero todo cambia cuando esta a solas en su “tronco”, cuando parte leña con su hacha. Entonces vemos a un Ángel capaz de hablar con soltura. En su intimidad se siente inteligente, orgulloso de sus razonamientos, analiza las situaciones y busca “pros” y “contras”, aunque nunca se atrevería a compartirlos. Su opinión parece que nunca ha sido necesaria, su parcela no traspasa lo meramente mecánico y material. Se comporta como un niño con Irene, pero con Marian todo es distinto, siente una irrefrenable atracción física por ella. Además Marian, no habla, no conoce el idioma, frente a ella Juan se siente poderoso. Su relación con Víctor, su hermano pequeño, es casi inexistente, nunca ha entendido el comportamiento de Víctor y su mirada no le parece limpia, no tienen nada en común.
VÍCTOR: el pequeño. Guarda un secreto, de ahí que su comportamiento siempre resulte confuso. Es el hermano con más estudios, el que más contacto tiene con el exterior, gracias a su ordenador. Tiene muchas más cosas en común con Irene que con sus hermanos. Es una persona atrapada en un mundo que no es el suyo. No tiene las fuerzas suficientes para escapar. No acepta sus sentimientos, se da miedo a sí mismo. La auto represión es su forma de vida. Juan siempre cuenta con él para las decisiones importantes. En cuanto a Ángel… es el oscuro objeto de su deseo. Con Irene puede compartir juegos y lecturas, es su confidente, aunque jamás hablaría con ella de su secreto Es un pilar fundamental en la familia, él lo sabe, se siente orgulloso de su parcela de poder. En el terreno intelectual se cree seguro, útil, con la confianza de que nadie va a poner en duda sus propuestas. Cuando llega Marian, a la que él mismo ha buscado, la ve como una intrusa, una usurpadora del espacio de Irene. Por otro lado se siente atraído por su feminidad.
IRENE: la mujer de la casa. Esposa de Juan. Gracias a ella todo funciona. Es el mundo femenino en este espacio de hombres. Alegre por naturaleza, fuerte, vital. Es el paño de lágrimas de todos y cuida de ellos como si fueran uno sólo. Nunca ha tenido grandes aspiraciones, ni siquiera la de ser madre, es feliz con lo que tiene, que seguramente es mucho más de lo que nunca había soñado. Acostumbrada a hacer y deshacer, maneja los hilos en la sombra, sabe todo lo que pasa bajo su techo. Se siente querida, admirada, posee el amor de los tres hermanos. Pero Irene está enferma, padece una enfermedad degenerativa que hará que poco a poco se vaya apagando. Los desmayos precederán un lento proceso de ocaso, en el que pasará de la ayuda del bastón a la silla de ruedas, para acabar postrada. Marian es necesaria. Para cuidar a Irene en primer lugar y para hacer las labores que esta hacia. Marian irá sustituyendo a Irene. Por primera vez en su vida Irene no es capaz de enfrentarse a su realidad, tira la toalla, deja de luchar, y encuentra en Marian la mano ejecutora que necesita para poner fin a tanto sufrimiento, llegado el punto en el que no soporta contemplar su imagen en un espejo. Ya puede marcharse tranquila porque sus hombres estarán bien cuidados.
MARIAN: superviviente de un país devastado, ha sufrido en sus carnes los horrores de la guerra. Está sola en el mundo. No pide nada, y puede ofrecerlo todo. Es despierta e inteligente pero sumisa por miedos y casi por necesidad. Es recibida con cariño por Irene, a la que termina adorando. Por parte de los hombres no siente más que miradas esquivas que provocan en ella, recelo y desconfianza. Agradecida y complaciente se irá sintiendo cada vez más segura, no es consciente de lo que provoca en Ángel y también en Juan, y si lo presiente se siente incapaz de evitarlo. En cuanto a Víctor, sabe que la ve como una intrusa y luchará por ir conquistando su simpatía. Se le prohíbe hablar en su idioma, esto hará que permanezca en silencio la mayor parte del tiempo, pero llegará el día en que Marian hable. Todo cambia cuando Irene le pide que acabe con su vida y ella cumple con este último deseo. A partir de ese momento, lo hombres, se sentirán con pleno derecho sobre ella, ya que les ha quitado su bien más preciado.
EL DOCTOR.- Un joven doctor que ha conseguido el título hace poco tiempo y se ha visto destinado a esta pequeña población en la que aún se estila la visita a la casa es el personaje que nos acerca a la historia. El doctor será el que nos dé la información de la enfermedad de Irene y será el máximo responsable de la manera de hacer descansar a la paciente, será el que traiga la sustancia con la que se quitará la vida. Eso sí, el debate de la eutanasia estará servido puesto que el propio doctor no se ve capaz de hacer realidad el deseo de Irene y recurrirán a Marian.
LOBOS vuelve en Septiembre como reposición a la Sala García Lorca de la RESAD. 
